El primer disco de Malos Trapos es una oda al puro rock madrileño. Una mezcla de sonidos urgentes que remiten al ruido de la ciudad. Un homenaje a sus calles, plasmadas en las vivencias que estos tres chicos de barrio imprimen a sus canciones. Sonidos urgentes para tiempos rápidos.
El rock, el punk y el pop se mezclan en un disco especial, fruto de los 10 años que la banda atesora a sus espaldas. Grabado en El Escondite Producciones y Scots Records, el disco, producido por Diego Gila, es un fiel reflejo de lo que ha sido la banda en todos estos años. Toda una declaración de intenciones.
«Actitud» es la principal palabra que se ha usado para definir a esta banda en sus directos. Un grupo que se muestra tal y como es, mostrándose siempre fieles a su estilo. Sin ambages ni complejos. «Hacemos música por el simple placer de crear algo nuestro, nunca hemos esperado nada de nadie» así definen ellos mismos su filosofía.
El disco lleva por título el propio nombre de la banda. Diez canciones para todos los gustos, con una prominencia importante de riffs de guitarra que recuerdan a grupos como Los Ronaldos, pero con una visión actualizada de una generación que ha crecido entre el pop punk de principios de siglo y el lenguaje de la música urbana actual. El diseño corre a cargo del artista Marc Wile.