No son como… No son los nuevos… Son The Levitants y emiten demoledoras cargas de profundidad existencial en forma de canciones, palpitantes, perfectas. Sergio (voz y guitarra), Dani (batería) y Juan (sintetizadores y coros) conforman The Levitants, un trío de Valladolid cuya propuesta musical oscura y vertiginosa redefine las bases del dark-rock llevándolo a una nueva dimensión con una propuesta inédita tanto por su formato -no llevan bajo- como por el aura de energía magnética que les rodea y que moldea todo bajo un sello único y personal.
Parten de cero con «Enola» (su debut en Subterfuge), aunque tienen su pequeña historia. En lo musical, con piezas como «Coimbra», un feliz aldabonazo que les aseguró miles de seguidores (ver Spotify), un montón de festivales y tocar por toda España sin ayudas, manager ni discográfica detrás suya. En lo personal, con la extraña peripecia de Sergio, que a sus 14 años y tras una adolescencia conflictiva, se encuentra con dos opciones: reformatorio a 1.000 km de casa o seminario católico a 200. Opta por el seminario donde sufre una bendita revelación: una guitarra salvadora le indica su futuro musical. Y en lo anecdótico: su insólito “éxito” en Kirguistan –y esto es absolutamente real- país montañoso de Asia Central en cuya capital, Bisket, alguien debió filtar en alguna emisora en ruso su tema «On The Top», convirtiéndolo en todo un fenómeno con cerca de 70.000 escuchas en Shazam. Nada mal comparándolo con Deerhunter, Interpol, etc, con muchas menos miles de escuchas que el tema de The Levitants.
Como los grandes, The Levitants disparan ahora hits instantáneos para alimento de festivales y rearme moral en crisis personales («Red Lines», «Kolmanskop», «Suicide. From the Other Side», etc.)